EL APARTAMENTO: escena final

Otra escena memorable, también de un final que te deja el corazón no en un puño sino expandido como el universo de Hawkins. Se trata de El apartamento (1960), de Wilder. Fran (Shirley McLaine) descubre por azar -paradójicamente de la boca del cabrón del jefe, un estupendo MacMurray- que Calvin la quiere. Ella corre por las calles de Nueva York hacia el emblemático pisito, él le abre la puerta, la anima a celebrar el nuevo año. Se sientan en el sofá, una botella de champán y dos copas, una baraja de cartas. "Corte", dice ella. "La amo, Srta. Kubelik", le contesta él. "Tres" -sentencia ella con las cartas en la mano, aparentemente indiferente-, "reina". Él no deja de mirarla, decidido a ir a órdago. "¿Ha oído, Srta. Kubelik? Estoy perdidamente enamorado de usted", insiste con determinación. Ella por fin le mira a los ojos, le pasa la baraja de cartas y sentencia no sin dibujar una pequeña pero reveladora sonrisa: "Calle y reparta". Él entonces lo entiende todo. No hacen falta más palabras. Ella se quita el abrigo sin dejar de mirarle. Ya está en casa. Él reparte con entusiasmo. En ningún momento dejan de mirarse. THE END.

Sobran los comentarios. Si me atreviera a decir que soy romántico, sólo en esta escena me arrodillaría para confesarlo.



Nos vemos en el cine...

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Me encanta, Ojo de buey, cómo reproduces la última escena de _El apartamento_. Y coincido contigo. Yo creo que con esta escena la palabra emoción, a la que tan a menudo se le han adherido connotaciones sensibleras, recobra su sentido más exacto. Bellísima.
Cristian ha dicho que…
En este momento estoy alquilando un departamento en
buenos aires
y disfrutando de dicha escena que siempre me ha cautivado y espero que lo siga haciendo