Blade runner: escena de amor


El otro día tu
ve tiempo (no idóneo pero privilegiado) de revisitar la mítica Blade runner, y siempre que uno recala una vez más en un paisaje que conoce como si ya habitara en él toda la vida, tiende el ojo a seleccionar retales exquisitos y a saborearlos sin prisa, como esos viajes que realiza Deckard durante la película, dejando posar la mirada sobre una ciudad decadente y obscura, pero extrañamente bella. Y esta vez no sé porqué, pero disfruté de la escena de amor como si fuese de estreno.



Sí, ésa en la que ella se suelta el pelo -en señal de una fragilidad que acaba de descubrir
que no posee- frente al piano mientras él duerme. Suena una dulce y melancólica pieza de Vángelis. Cuando despierta, él se sienta junto a ella; la oye tocar en silencio unas notas que salen de su interior sin recordar cómo las aprendió ni qué sentimiento las inspiró. Él cree soñar esa melodía...
- No sabía si podría tocar. Recuerdo las lecciones. No sé si soy yo o la sobrina de Tyrell -dice ella.
Se miran.
- Tocas muy bien -contesta él y la besa.
Ella duda, no se siente aceptada e intenta irse. Él se lo impide, cerrando la puerta con determinación (¡cómo me recuerda a William Hurt en Fuego en el cuerpo, pero sin necesidad de tirar la puerta!). La empuja contra la ventana. Se acerca a ella despacio, no quiere violentarla, la desea. No quiere que tenga miedo. Frente a la persiana medio abierta la besa.
- Ahora bésame.
- No puedo fiarme de mi memoria.
- Dime que te bese.
- Bésame.
Él la besa intensamente.
- Te deseo -dice él.
- Te deseo - le contesta ella sin pausa, dejándose llevar.
- Otra vez.
- Te deseo. Pon tus manos sobre mí.
Deckard la vuelve a besar, más fuertemente, asiendo su pelo tras ella.
No importa que aquellos instantes fueran implantados. Este instante, estos besos son reales. Por eso ella termina pidiendo, suplicándole que la toque, para que sepa que a partir de ahora todos los recuerdos, todos los besos serán suyos, y no de otros.

Si quieres recordar la escena, aquí te dejo un vídeo (vía | Youtube)
Nos vemos en el cine...

Comentarios

Ramón Pérez Parejo ha dicho que…
Te felicito por esta entrada, qué se me había pasado. Efectivamente, Blade Runner, entre sus muchos méritos, cuenta con el de ser una peli fabulosamente romántica en el mejor de los sentidos posibles. Los momentos románticos de esa peli son místicos, no debieran explicarse con palabras: hay que verlos.

Un saludo.