Infografía: el universo fílmico es infinito
Lo que en la pintura eran pinceles, lienzos, colorantes y procesos químicos de mezcla, en el séptimo arte de este estrenado siglo es la infografía (llamada también CGI o Computer Generated Images), una técnica novedosa pero que promete ser con el tiempo un recurso tecnológico esencial en el proceso de creación de las obras cinematográficas. Con ella el director puede recrear con más verosimilitud y menor coste universos, texturas, colores, ambientes, que de otra forma supondría la movilización de onerosas estructuras y colaboradores que las hagan posible. Por otro lado, sin la infografía el cine no podría habernos mostrado con credibilidad mundos posibles como el que recrea El Señor de los Anillos.
El uso de las técnicas digitales tiene su origen en los años setenta, con la aplicación de gráficos realizados por ordenador desde la Lucasfilm. Después vendría la emblemática Tron (1982), que aunque al verla hoy -sus bocetos son de Moebius- no podemos dejar de esbozar una sonrisa cómplice, sabemos que su estética se aleja mucho en complejidad y realismo a las de ahora. En los noventa se revoluciona este mundo digitalizado con la aparición del 3D Studio, de Autodesk, que daría como fruto la primera película realizada con animación 3D, Toy Story (1995). Ya antes Spielberg intentó recrear el esqueleto de sus dinosaurios utilizando técnicas de 3D y rotoscoping (técnica de animación mediante la cual los animadores dibujan objetos en movimiento frame a frame, consiguiendo movimientos son realistas).
Es significativo el adelanto que van a suponer estas técnicas digitales, más sabiendo que ese mismo año1991 la Disney saca su La Bella y la Bestia, y para la secuencia del salón de baile se necesitaron 158 fuentes de luz individual que simulaban las velas, además de un equipo de 600 profesionales que elaboraron 1.300 fondos y más de un millón de dibujos.
Sin embargo, estas técnicas tienen sus detractores o escépticos. Algunos sugieren una disminución de la creatividad, cedida al encanto fantasmal de la infografía. Otros sospechan un cambio en nuestra forma de percibir la realidad cuando el cine no establezca fronteras visuales entre el mundo real y el virtual. Y otros prefieren defender las técnicas artesanales de antaño, resistiéndose a que lo digital se adueñe de la estética que el director pretende plasmar.
Lo curioso es que la infografía es un recurso incuestionable en los productos que habitualmente nos encontramos en nuestras carteleras, ya sea para simular la estética del cómic o del videojuego, o para servir de soporte técnico al director que pretender recrear escenas a bajo coste.
Aquí os dejo un ejemplo de este segundo caso, que con una exquisita discreción hace uso de los CGI sin por ello perder la textura y la luz que Fincher quiso plasmar en la pantalla.
Comentarios
Yo me quito el sombrero ante las maquetas que Lucas usó en la edición del 78 de su Guerra de las Galaxias y aborrezco sus naves de diseños del 200o.
Me declaro fan absoluta de Toy Story pero me he reido como nadie lo sabe viendo South Park.
Mucha pasta, muy buenos efectos pero al servicio de una buena causa. ¡No perdamos el rumbo y no me hagas hablar de la nueva versión de las Torutgas Ninja!