Saul Bass, el arte de los créditos

Destaca como ilustrador de cine cuando el expresionismo alemán de posguerra tenía fascinado a los americanos. Su primer trabajo importante fueron los créditos de la película Carmen Jones (1954), de Otto Preminger (también son suyos los de Anatomía de un asesinato, de 1959, o El factor humano, de 1980). Con Carmen Jones, Bass casi que inventa el concepto de títulos de crédito, dándole un valor artístico y no un mero apéndice alejado de las pretensiones estéticas de la película. Por otro lado, es heredero de un estilo conciso, que bajo el velo de la sencillez destila todo el tono que presidirá desde ese momento la película que presenta.
Quizá, sin embargo, los espectadores recuerden con más facilidad los créditos iniciales (title sequence) de Casino (1996), de Scorsese, también con fondo musical clásico y el fuego como personaje. Pero no fueron estas sus únicas colaboraciones con Hitchcock o Scorsese. Cabe reseñar los excelentes créditos de Vértigo (1958), que bien podrían haber salido del imaginario de Dalí o Buñuel, Uno de los nuestros (1990), donde no deja concesión a un respiro, o El cabo del miedo (1991), con esa música tan a lo Hermann. Los títulos acribillan sin pausa, como los navajazos esquizoides de Joe Pesci. Pero no tan inquietantes como los créditos de Seconds, de Frankenheimer (1966).
En las antípodas está esa obertura pictórica de West Side Story (1961), llena de optimismo, a ritmo de Bernstein. Y en un tono más ceremonioso, pero igualmente minimalista, tenemos los de Espartaco (1960).
Incluso Spielberg sabe que el estilo Bass es sinónimo de éxito. Recordemos los créditos sesenteros de Atrápame si puedes (1991), o La edad de la inocencia (1993), donde la música vuelve a recordar a Hermann.
Lo cierto es que todos los que nos criamos en los setenta vimos el cine a través de la antesala que Bass nos invitaba a traspasar, prometiendo universos mágicos, misteriosos, apasionantes. Era imposible resistirse a sus fotogramas. En cuanto veías esas imágenes, al instante deseabas ser espectador, cuando no protagonista, de su prometedora historia.

Comentarios
www.lacoctelera.com/traslaspuertas
Acabo de meter una foto en mi blog con la secuencia de PSICOSIS (del Museo de Cine de Turín).
Saludos, buen post.
saludos